Ajo Negro

El ajo, Allium Satibun, es un gran aliado de la salud. Amado por algunos y odiado por otros, se cultiva en la humanidad desde tiempos inmemoriales. Probablemente sea el remedio natural más ampliamente probado y estudiado en el mundo para un montón de dolencias y enfermedades. El consumo de ajo disminuye el colesterol malo, es antibiótico y antiséptico, hace más fluida la sangre, levanta las defensas del cuerpo, es fungicida y bactericida, aumenta la secreción de bilis, es diurético, expectorante, descongestivo, su uso frecuente aumenta el diámetro de algunos vasos sanguíneos pequeños, es diurético, disminuye la presión sanguínea, es sedante nervioso por su alto contenido en fósforo y azufre,...... la lista sigue y es larga.


Lo notable es que la razón por la cual es vilipendiado por muchas personas es justamente la prueba de sus increíbles propiedades. ¿Por qué produce el ajo ese olor que tanto disgusta? Eso ocurre porque se combinan sus principios activos con las toxinas del cuerpo. Mientras el cuerpo despide toxinas desprende ese olor y cuantas más toxinas tenga, más tiempo lo liberará. Cuando el cuerpo haya liberado de las toxinas ya no desprenderá más el mal olor. ¡Pero vamos que no es para tanto! Para evitarlo se puede beber un jugo de limón recién exprimido, una cucharada de miel, un vaso de leche, un poco de vino tinto o decidirse por consumirlo cocido, que igualmente tiene grandes beneficios y prácticamente no molesta.


Pero ahora hay otra posibilidad, se puede consumir ajo negro, que tiene 10 veces más propiedades que el ajo blanco común. El ajo negro es el mismo Allium Satibum estacionado y fermentado durante poco más de un mes a una temperatura muy leve y constante en hornos especiales. En ese tiempo su blanca carne toma el color negruzco rojizo de las ciruelas pasas. Hasta hace un tiempo solo los japoneses lo hacían pero ahora por suerte también lo hace Argentina en la provincia de Córdoba. Ya se consiguen en muchas dietéticas especializadas de Buenos Aires.


Los ajos negros tienen un sabor a ciruelas dulces, casi sin olor, y pueden conservarse perfectos aproximadamente durante un año de tiempo sin ningún tipo de conservante. Se pueden consumir como una golosina, guardando un diente sin abrir entre los pliegues de la falda o el pantalón como acostumbran los orientales, o
untado sobre tostadas de pan casero, sobre lingüinis, combinándolos con quesitos, bocconcinos, moras o frutillas, un producto realmente gourmet, combinado con

cebollín o estragón, llevado cinco minutos al horno sobre una tostada con queso

fresco y otras muchas más. Es caro, pero vale la pena.

Otra de las razones para incluírlos en la alimentación es poque como uno de los antioxidantes más potentes que se conocen, es muy conocida su capacidad para levantar las defensas del cuerpo y de ese modo ayudar a combatir el estrés y otros desórdenes nerviosos . También los ajos negros, contienen casi el doble de Allicine que un ajo común, pero en forma de Allycysteine-S. El Allicine es un antibiótico natural del ajo blanco muy eficaz contra diversos tipos de bacterias, soluble en grasas, mientras que en la forma del ajo negro es soluble en agua, lo que la hace más fácilmente absorbible.

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Tortilla de papas a la española pero sin papa

Les he contado ya a Ustedes que con muchas recetas españolas me asesora Carmen, una amiga de Vélez Málaga que cocina como los dioses, pero como yo soy una enamorada de la cocina fusión (eso de mezclar técnicas e ingredientes de otras culturas) a veces no puedo con mi genio y en lugar de una tortilla a la española me sale una original tortilla de papas a la española pero sin papa. ¿Como es posible? Pues muy fácil, utilizo Papa del Aire, o Ñame (Dioscorea Villosa), que se está consiguiendo orgánica en Buenos Aires.


Discorea Villosa o papa del aire es una enredadera, cuyo tubérculo se utilizaba en centro américa para tratar desórdenes estomacales. Tiene alto contenido en vitamina C y carbohidratos y se considera que junto con la soja, la alfalfa y el lino, es un alimento con alta cantidad de fitoestrógenos, ya que posee diosgenina. Se usa ampliamente para alimentación humana en Nueva Guinea, África Oriental y el Caribe, y en Asia y África se cultiva desde hace 8000 años .

Personalmente, luego de hervirla como una papa común y cortarla, la compararía mejor con una pera por la consistencia acuosa. El sabor es muy agradable, algo dulce, como un intermedio entre la papa y la batata pero acuosa. Vale la pena probarla.

Ingredientes

2 Ñames
3 huevos
120 gramos de queso parmesano rallado
Hojas de orégano frescas
1 pimiento rojo
Sal y condimentos a gusto

Instrucciones

Lavar todas las verduras y separar las hojitas del orégano
Hervir el ñame en abundante agua como si fuera una papa común (manipular con cuidado por los pinchos que tiene, son un poco molestos)
Cortar la punta del ñame y comenzar a tirar la piel con cuidado para no lastimarnos, es fácil.

Cortarlo en dos y retirar la pepita y todo el hollejo blanco duro que encuentre rodeándola. No tire la pepita, pásela por huevo y pan rallado y fríalas.

Luego cortarla en cubitos y unir los cubitos de ñame con las hojas de orégano (ya está listo para una rica ensalada con aceite de oliva no?)

Agregar los tres huevos

Agregar el queso parmesano rallado

Agregar el pimiento cortado en tiras y salteado en aceite e de oliva y condimentar

Colocar aceite de oliva en una sartén y armar la tortilla.
Servir acompañada de berros o verduras frescas de estacion.


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Empanaditas de copetín

Ayer sábado 26 postee una simple receta de empanaditas, empanaditas de copetín CAPRESE de quinoa y queso . Las que Usted ve en esta foto y en las fotos de mas abajo fueron todas hechas con el mismo método, en el mismo día y con el mismo relleno, aunque a algunas les cambié el repulgue ¿Quiere saber porque se ven tan distintas? Hay muchas variables, hoy le voy a mostrar solo algunos de los resultados con algunas pruebas que hice.

Para sacarlas sequitas e infladas como en la foto de arriba el secreto es pintar con la yema de huevo sobre cada empanadita solo cuando la masa se ve bien seca y ya se empiezan a dorar, eso pasa más o menos a los 45 minutos de horno suave. En las del post anterior, hay que pintar con yema de huevo cuando aún la masa no está cocida del todo, a los 30 minutos aproximadamente, entonces el peso de la yema aplastará la masa.



Son importantes también la temperatura del horno, la cantidad de minutos que las dejemos dentro de éste, la cantidad de relleno que pongamos, si es seco o húmedo y si estiramos o no la masa con las manos o palote antes de armar las empanaditas (si hacemos eso la masa se adelgaza y se cocinan más rápido).

Otra variable importante en el resultado final es la cantidad de grasa que tiene la masa. Cuando utilizamos discos de hojaldre comprados porque no tenemos tiempo de hacer masa casera, es la elección que hacemos de la marca en el momento de la compra la que marca la diferencia, porque cada marca tiene en su receta distintas cantidades y calidades de grasas.

Por ejemplo, debajo van dos fotos de empanaditas, ambas sin pintar con yema de huevo pero cocinadas los mismos minutos y con el mismo relleno. La primer marca tenía pocas grasas en su fórmula y la otra tenía bastante más.


masa con poca grasa (y sin pintar con yema de huevo)


masa con mucha grasa (y sin pintar con yema de huevo)

La próxima receta vendrá con masa casera, no es tan complicada, a decir verdad, es facilísima, parece que lleva mucho tiempo porque se deben hacer varios pliegues y dejar la masa descansando más o menos una hora y media, pero el tiempo real de amasado son unos 15 minutos en total. Si puedo las subo esta semana.

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Empanaditas de quinoa, queso y albahaca


A la hora del almuerzo, si estamos todos en casa, nunca tenemos demasiados problemas en la elección de la comida porque tenemos gustos parecidos, pero pese a ello los días pasados tuvo lugar la siguiente conversación:

- ¿Empanaditas dijiste?
- Sí amor, empanaditas, empanaditas de copetín!
- ¿Empanaditas y nada más? ¿Para almorzar?
- ¡Nooo amor, empanaditas y ensaladas, para acompañarlas con algo crudo!!
- ¿Pero no son chiquititas?
- Sí, bueno, son chiquititas, pero como las voy a rellenar de quinoa, queso y verduras van a ser tan nutritivas como un churrasquito, pura proteína!
- ¿Ahh y encima son de verduritas?
- Amorcito, las voy a preparar con masa de hojaldre, el hojaldre se prepara con mucha manteca y eso tiene muchas calorías!
- Hummmm, esto no me convence, dejame pensarlo............

Al rato, cuando creí que ya habíamos encontrado el equilibrio luego de prometer dos suculentas ensaladas completas, puse manos a la obra, lavé toda la verdura, corté los vegetales y me puse a separar los discos de masa de empanadas que había sacado del congelador a la mañana, mientras escuchaba como en una especie de eco de fondo que alguien llamaba por telefono a la heladería y pedía un delivery de helado de crema y dulce de leche granizado, con frutas rojas, bañado en chocolate... y con cucurucho incluído. ¡A veces el corazón no entiende de razones!

Estas empanaditas son ideales para la dieta de los vegetarianos o para quienes deben reemplazar la carne. Una persona adulta necesita un gramo de proteína por día por kilo de peso para construir músculo y mantener y reparar su cuerpo, es decir, si pesamos 70 kilos necesitaremos 70 gramos de proteína diaria que deberemos ingerir a lo largo del día.

Hay muchas formas de obtener las valiosas proteínas, un poco de las verduras, otro poco de las frutas, otro poco de los cereales y de las hortalizas... el problema es que los cereales y las verduras no suelen tener proteínas biológicamente completas, no cuentan con los ocho aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita sino solo con algunos. Pero la quinoa tiene proteínas biológicamene completas y en cantidad! 100 gramos de quinoa tienen 12 gramos de proteínas completas. 100 gramos de carne de vaca tienen entre 18 y21 gramos, 100 gramos de queso tienen entre 15 y 30 gramos dependiendo de la variedad, 100 gramos de soja tienen 35 gramos pero si bien son completas la cantidad de metionina es tan ínfima que la tendremos que conseguir de otro alimento. Si combinamos en un plato (por ejemplo estas empanaditas) las proteínas de la quinoa, del queso de vaca, de la manteca de la masa y de las verduras, vamos sumando proteínas de alta calidad biológica.

Si esta receta le gusta pero quiere empanadas grandes, simplemente duplique o triplique la cantidad de relleno y agreguele huevo duro picado, cebollita saltada, pasas de uva o papas con cebollín a la manera salteña y luego me cuenta!

Ingredientes

100 gramos de quinoa
100 gramos de queso mantecoso o cremoso
50 gramos de aceitunas negras
2 pimientos rojos
1 atado chico de albahaca fresca
2 o 3 docenas de discos para empanaditas de copetín

2 o 3 yemas para pintar las empanaditas y 1 pincel de cocina (que no suelte pelos)

Instrucciones

Lavar y preparar la quinoa
Picar los pimientos y saltarlos en una o dos cucharadas de aceite de oliva
Lavar y picar las hojas de albahaca y las aceituna y unirlas a la quinoa y los pimientos (reservar los tallitos de albahaca para una sopa)

Cortar el queso en dados
Colocar un poco de relleno sobre cada disco de masa con un dado de queso arriba

Armar las empanaditas

Colocar todas las empanaditas en una placa a horno mediano, aproximadamente media hora y controlar, cuando estimamos que falta un poco nada más pintamos con las yemas batidas y cocinamos por cinco o diez minutos más.

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Como hacer mayonesa casera de mostaza

Como no hay nada mas rico que hacer mayonesa casera y hoy conseguí una hoja de mostaza orgánica, puse manos a la mayonesa sin perder un minuto. La mayonesa casera es super fácil y rápida de preparar, ya sea con licuadora, batidora, minipymer o a mano. A mano solo precisa un plato, un tenedor y ganas de revolver la yema con el aceite en forma de círculos.

La hoja de mostaza es en tamaño parecida a la de acelga, pero más oscura, lamentablemente saqué una sola foto y salió movida, pero igual se las muestro porque no es una verdura muy conocida, para que la tengan en mente. Veré si puedo cambiarla en el futuro por una mejor.

Hay tres variedades de mostaza, Brassica Nigra (negra) , Brassica Juncea (mostaza parda) y Sinapis Alba (mostaza blanca). Las hojas de Brassica Nigra son muy ricas en vitaminas. Si son tiernas, se pueden usar en ensaladas, pero también se pueden picar y saltar como si fueran ajos y agregar a guisos y pastas, dándoles un leve toque picantito y amargo (apenas amargo). En cuanto a las semillas de mostaza, poseen ácido erúcico. El ácido erúcico tiene efectos altamente irritantes en casos de dispepsia o úlcera duodenal,y podría ser perjudicial para la salud en cantidades elevadas , por lo cual en algunos países, sus aceites no pueden presentar una proporción mayor al 5%. Pero es tan alta la cantidad de proteínas que contiene esta semilla, que para aprovecharlas en la alimentación animal y humana se ha trabajado su aceite de tal forma que se lo comercializa suavizado como aceite de Colza y aceite de Canola, con menor contenido de dicho ácido. Como contrapartida, esta semillita tiene muchas propiedades benéficas, con ellas se prepara una harina que mezclada con harina de semillas de lino, se puede aplicar en forma de cataplasmas calientes dos veces por dia en casos de gripe, sinusitis y catarros y hasta en bronquitis. Estas cataplasmas también son eficaces descongestivos de tejidos y de órganos internos, como en casos de reuma, ciática, dolor de cabeza, congestiones de los pulmones y de los pies. Por ejemplo se ha usado antiguamente para baños de pies disolviendo una cucharada de harina de mostaza en dos o tres litros de agua caliente, ya que atrae la sangre hacia la piel descongestionando tejidos y órganos internos. Muchos recordarán también la película “Un milagro para Lorenzo” , donde se utilizan con éxito el aceite de colza junto con aceite de oliva en el tratamiento de una rara enfermedad con pérdida de mielina. Pero vayamos a la receta.

Ingredientes

1 hoja de mostaza negra
½ litro de aceite de oliva virgen de primera presión en frío
1 pizca de sal
3 yemas de huevo
el jugo de medio limón.

Instrucciones

Lavar la hoja de mostaza, picarla muy bien y saltearla en aceite
Colocarla en la licuadora con un poco de aceite de oliva y licuar
Agregar las tres yemas de huevo y seguir licuando a velocidad media
Agregar sal y el jugo de medio limón y continuar licuando a velocidad media
Seguir agregando aceite de a poco a la licuadora hasta que la mayonesa tome el punto que le gusta(puede agregar mucho más aceite si necesita en cantidad).

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Receta de canapés rellenos de queso con masa de semillas

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Como los lectores del blog ya saben y los curiosos que entran por primera vez descubren enseguida, me apasionan las semillas. Es realmente una pasión, no solo cocinarlas sino hacerlas germinar y verlas crecer. Si Ustedes me ven debajo de un árbol..... ¡Es casi seguro que estoy buscando sus semillas! Y también es una pasión buscarlas y conseguirlas en Buenos Aires, ya que no son tantos los sitios donde proveerse de ellas que al mismo tiempo nos merezcan absoluta confianza. Por eso, para los tantos que me escriben preguntando donde comprar tal o cual semilla les cuento que mi mayor proveedor desde hace varios años es Alimentos Villares S.A. En sus sucursales más cercanas a mi domicilio consigo la mayoría de los productos que utilizo en las recetas, como semillas de amaranto, de quínoa, de chía, de sésamo, harinas especiales, queso de soja, hierbas e infusiones, aceite de lino, salsa de soja, frutos desecados, dátiles, hongos y tomates deshidratados y otras muchas cosas más sanas y ricas que ustedes usualmente ven en mis recetas.

La semana pasada compré aceite de lino, arroz yamaní orgánico, semillas de sésamo blanco integral y semillas de lino (o linaza) orgánico para preparar la Crema Budwig de mi desayuno diario. Cuando llegué a casa, metí los tres tipos de semillas juntos dentro de un frasco y los

agité un poco para que la mezcla fuera homogénea como hago siempre. De esa forma, cada mañana saco de un solo frasco una cucharada que ya tiene incluido todo lo que necesito. Mientras miraba las semillitas, pensé que debido al alto contenido oleico podrían quedar muy bien en pancitos o canapés y así nació esta receta de canapés rellenos de queso con masa de semillas, receta que por supuesto luego probé en panes más grandes (del tamaño de un puño) y salen perfectos.

(estos tienen 5 huevos enteros, la masa queda más aireada)

Yo los rellené con queso y albahaca pero seguro ustedes ya estarán pensando otras combinaciones, como pepino con tomate y pimienta o jamón y queso por ejemplo.

Ingredientes para la masa

100 gramos de mezcla de semillas de lino, sésamo y arroz Yamani
3 huevos
2 yemas
1 cucharada sopera de orégano deshidratado
1 cucharita de ají picante
1 cucharada de mayonesa de mostaza casera
1 cucharadita de sal fina

Ingredientes para el relleno

1 trozo chico de queso mantecoso
Aceitunas negras en rodajas
Albahaca picada

La mayonesa de mostaza casera se hace picando una hoja grande de mostaza fresca, saltándola en aceite, licuándola e ir agregando a la licuadora tres yemas, sal y aceite de oliva hasta conseguir una riquísima mayonesa de la cual la próxima semana pondré el post completo.

Instrucciones

Moler todas semillas en el molinillo
Colocar todos los ingredientes en la licuadora y licuar. Si hace falta líquido agregar otra cucharada de mayonesa
Verter en una placa de petit fours, scons o muffins bien enmantecada no hasta el borde porque se elevan al doble del tamaño de la masa
Colocar a horno precalentado a 150° centígrados 30 o 40 minutos, el secreto para que salgan bien es la temperatura muy suave
Cortar al medio, rellenar con queso mantecoso y meter un minuto al horno
Decorar con aceitunas o albahaca picada


detalle de un pancito cortado al medio para ver la masa

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Maracuyá es una fruta tropical de las consideradas exóticas, el nombre científico de la variedad más conocida en Sudamérica, la de cáscara amarilla, es Passiflora Edulis Flavicarpa. La más exportada (aunque no la más rica) es una variedad roja más vistosa por fuera. También se la denomina Granadilla, Pasiflora, Chinola, Parcha, Parchita o Fruta de la Pasión. Recuerdo que de niña observaba sus hermosas flores blancas en forma de estrella con filamentos violáceo verdosos con tintes rosados coronando muchos jardines de la provincia de Buenos Aires, generalmente cubrían los muros exteriores de las casas y todas las flores daban hacia la calle, por lo que mi diversión al salir del colegio era juntarlas y llevárselas a mi mamá, que las utilizaba en la ensalada. Actualmente se está convirtiendo en una gran desconocida, probablemente porque su fruto de olor intenso atrae muchos insectos. Igual destino tuvieron muchas otras plantas de frutos maravillosos dignos del Jardín del Edén, que por el olor desagradable de esos frutos o la suciedad que dejaban en las veredas se han ido dejando de lado, como el Gingko biloba hembra, tónico cerebral por excelencia, las deliciosas Moreras, Morus Nigra o el fragante Árbol del Paraíso, Melia Azedarach.

Si bien conocía la flor, nunca había consumido el fruto, así que cuando me dijeron en El Rincón Orgánico que habían conseguido maracuyá orgánico, pedí un kilo para probarlo y el resultado fue este irresistible refresco natural, refresco de maracuyá. La primera semana los frutos estaban amarillos, lisos y brillantes, los dejé madurar bien para tener menos riesgo de toxicidad (porque inmaduros poseen ciertos alcaloides que pueden generar reacciones estomacales adversas). La segunda se veían más arrugados, manchados y feos por fuera pero es cuando más ricos están. Me ha bastado probarlos una sola vez para darme cuenta de que los voy a adoptar. Se me ocurre que con este refresco tan sabroso muchas mamás podrían reemplazar las gaseosas artificiales de las que los chicos se convierten en fanáticos, o que encontrarían la solución que están buscando esos otros tantos adultos, adictos a gaseosas calóricas que no encuentran bebidas naturales refrescantes con sabores que los satisfagan.

El fruto en sí consiste en una baya carnosa de color blanco cubierta por una cáscara gruesa y cerosa de color amarillo, que tiene por dentro una especie de pepa gelatinosa con pulpa verde amarillenta muy dulce llena de semillitas oscuras.

Probé las semillitas y si bien parecen duras los dientes las deshacen bien, tienen un suave sabor almendrado, así que prepárense porque estoy imaginando un rico postre en el futuro, tal vez una deliciosa mousse. Además de como bebida o refresco se puede consumir esta fruta agregando su pulpa a ensaladas de frutas y yogures o simplemente cortándola en dos, espolvoreándola con azúcar y colocándola en una pomelera con hielo para comer directo con la cuchara. También pueden hacerse dulces, helados y buenas salsas para carnes. ¿Sabían que el pastel de bodas del Príncipe Felipe de Borbón con Letizia Ortiz fue de Maracuyá y Frambuesa?

Ingredientes

5 frutos
3 o 4 cucharadas de azúcar
1 litro de agua

Instrucciones

Cortar las frutas al medio y retirar la pulpa con una cuchara

Colocar un colador grande sobre un recipiente de dos litros o más
Colocar toda la pulpa sobre el colador y echar sobre ella el agua mineral removiendola con una cuchara para filtrar bien toda la pulpa posible, quedarán en el colador las pepitas y algo de la gelatina
Agregar el azúcar el jugo filtrado y batir
Llevar a la heladera hasta el momento de servir

Les cuento que la bebida resultante es dulce y refrescante, rica en calcio hierro y fósforo. Tiene alto contenido en fibra, niacina, Vitamina A, Calcio, Hierro y Fósforo, Vitamina C, Vitamina B12, Magnesio. Es tranquilizante de los nervios, se usa para tratar casos de estrés, para el colesterol, para dietas adelgazantes, es desintoxicante, desinfectante, disminuye la presión arterial, es útil para espasmos musculares e intestinales, depresión estacional, asma, cefaleas, problemas de tiroides, síndrome premenstrual y todo tipo de trastornos nerviosos. Refuerza el sistema inmunológico, es excelente antioxidante, mejora el transito intestinal, mejora la absorción de hierro...y la lista sigue. Hay una buena descripción en Wikipedia para los curiosos

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¿Que hacer para comer?

A veces la familia o los amigos llegan a nuestra casa a la hora del té para compartir una tarde, y la charla transcurre tan agradable y entretenida que las horas van pasando, sin que nos demos cuenta de que llega la hora de la cena. De pronto nos encontramos todos sin ganas de interrumpir la charla y nosotros preguntándonos que hacer para comer con tan solo un trozo de queso y algunas verduras en la heladera.

¿Que hacer? es muy fácil, seguro tenemos un poco de harina, leche y uno o dos huevos. Pues con eso basta para hacer panqueques que además se preparan rapidísimo. Y si hay en nuestra alacena como sugiero siempre, un puñado de algunas buenas y nutritivas semillas, podremos preparar estos divertidos panqueques salados a lunares y quedar de maravillas.

Ingredientes

2oo gramos de harina 0000
50 gramos de semillas de Chía o Amapola
2 huevos
½ litro de leche
50 gramos de manteca para armar los panqueques (o aceite)
Sal fina

Ingredientes para el relleno y acompañamiento

100 gramos de queso mantecoso
Un puñado de ciboulette u otra hierba o verdura similar
150 gramos de ajíes semi picantes (es lo que había en mi heladera)
Aceite de oliva
Sal fina

Instrucciones

Preparar los panqueques, aquí le indico
Cortar el queso en tiras gruesas
Lavar y cortar en rodajitas los ajíes y saltearlos en aceite de oliva
Lavar y picar la verdura, ciboullette, cebollín, estragón, espinaca u otra verdura
A medida que vamos armando los panqueques, cuando los damos vuelta y aún están calientes en la sartén, colocar dentro una tira de queso,

sal, pimienta blanca y un poco de verdurita ( si quiere ahorrar más tiempo y la verdura es tierna puede colocarla sin picar como en la foto)

Enrollar el panqueque dentro de la sartén caliente con la ayuda de una espátula (para que el queso se derrita sin tener que prender el horno)

e ir armando los platos con tres panqueques por plato y un puñado de ajíes.

Va un detalle del relleno de los panqueques.


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Cada vez que preparo salmón marinado crudo , congelo una parte que voy descongelando y consumiendo, a veces simplemente como salmón marinado a la plancha y otras veces como ensalada de salmón con verduras . Ambas preparaciones son muy fáciles y rápidas de preparar, ideales para cuando tenemos que armar una cena elegante o para ocasiones especiales y apenas tenemos tiempo. Si ya tenemos el salmón preparado previamente congelado la preparación de todo el plato nos insumirá como máximo media hora de tiempo en total. Podemos reemplazar el salmón marinado por salmón crudo también, en cuyo caso lo podemos preparar a la plancha o sartén cocinándolo con dos cucharadas de salsa de soja para que quede más sabroso. Cuando un pescado está marinado con especias y sal, no conviene agregar sal ni en su cocción ni en la guarnición, no solo para no excedernos en sodio sino para crear un complemento de verduras en el cual lo que se aprecie por sobre todo sea el sabor.

En cuanto a la guarnición, una guarnición de verduras sabrosas como estas es ideal tanto para acompañar pescados y carnes como para acompañar platos vegetarianos, por ejemplo tortillas, cebollas rellenas o papas al horno. En este plato en particular, si no conseguimos las chauchas redondas podemos reemplazarlas por chauchas planas cortadas al medio y a lo largo. Al momento de emplatar, la combinación de colores rojo, verde y naranja queda muy vistosa y colorida, lo cual es agradable y estimulante. ¡No solo de vitaminas vive el hombre!

Ingredientes
(para 3 personas)

6 lonchas de salmón marinado (o en su defecto salmón rosado crudo)
100 o 150 gramos de chauchas redondas o vainitas
1 pimiento rojo grande o 2 medianos
4 zanahorias medianas de tamaño similar

Salsa de soja
Un poco de lechuga o berro para cada plato
Un puñado de ciboulette picado
Aceite de oliva

Instrucciones

Descongelar un trozo del salmón marinado y cortar 6 lonchas
Lavar todas las verduras
Poner bastante agua sin sal en una olla al fuego
Cortar en tiras anchas los pimientos y las zanahorias y quitar las puntas a las chauchas

Cuando el agua empieza a hervir, colocar primero las zanahorias diez minutos
Sin sacar las zanahorias, agregar sobre ellas las vainitas o chauchas y dejarlas hervir por cinco minutos

Sin sacar ni las zanahorias ni las vainitas, agregar sobre ambas los pimientos, dejar dos minutos y retirar todo con un colador

Mientras espera que se cocinen las chauchas puede ir calentando la plancha untada con aceite de oliva y acomodar sobre ella las lonchas de salmón,

dos minutos de un lado y un minuto del otro o hasta que queden doradas

Servir con salsa de soja, trozos de lechuga o berro y ciboulette picado
Se puede agregar también un poco de aceite de oliva a la guarnición

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Ajíes rellenos de queso, salsa bechamel y verduras

El nombre científico del ají es Capsicum Annuum y son muchas las propiedades que los convierten en un alimento interesante a la hora de pensar en nuestra salud. ¿sabia que los pimientos verdes tienen mas vitamina C que las naranjas por ejemplo? También tienen proteínas (2,3%) carbohidratos, minerales y otras vitaminas. Se estima que hay más de 300 especies conocidas. Cada tanto elijo alguno para incluír en mi dieta y así aprovechar sus muchas propiedades ya comentadas en posts anteriores , como estos ajíes apenas picantes que les propongo hoy.

El sabor picante no es el favorito de los argentinos, pero es interesante incluírlo cada tanto en la dieta para convertir nuestras comidas o almuerzos en algo más que una rutina siempre repetida con los mismos ingredientes. Si no tiene la seguridad de si los ajíes que consiguió son picantes o no, recuerde no tocarse la cara mientras los manipula ni tocarlos con las manos al ahuecarlos, hágalo con guantes de goma o una bolsita plástica sobre sus manos. Y si se decide a prepararlos siempre hágalos con lácteos, como estos ajíes rellenos de queso, salsa bechamel y verduras, a los que también podría agregarles un trozo de queso fresco, los lácteos hacen que el sabor picante apenas se sienta.

Ingredientes

10 ajies dulces alargados de colores variados
3 batatas grandes
2 cebollas
1 o 2 huevos
160 gramos de queso parmesano rallado
sal y condimentos a gusto
cebollín, cebolla de verdeo o ciboullete
Salsa Blanca o Bechamel Tradicional

Acompañamiento: Ensaladas refrescantes, como lechuga y tomates pelados

Instrucciones

Lavar todas las verduras, cortar el cebollín y reservarlo para el final.
Cortar las puntas a los ajíes y ahuecarlos

Picar las batatas y las cebollas en cuadraditos (y ajos si gusta), condimentarlas y rehogarlas en aceite

Una vez dorados las batatas y las cebollas agregar un huevo, queso parmesano rallado, la mitad de la salsa bechamel preparada, más condimentos si gusta y mezclar

Si no es vegetariano, agregar carne picada o pollo salteados en aceite de oliva.
Cocer apenas un poco esta mezcla en una sartén aceitada revolviendo con espátula como para hacer un revuelto de huevos, solo lo suficiente para coagular un poco el huevo y poder así rellenar los ajíes sin que se derrame el relleno.
Rellenar los ajíes, acomodarlos en una bandeja aceitada y meter a horno bien caliente
Al cabo de unos 10 minutos cubrir con el resto de la salsa bechamel, dejar gratinar y retirar
Servir salpicados de cebollín picado y queso parmesano rallado y acompañar de ensaladas refrescantes

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Hongos Portobello rellenos con queso gruyere, verduras y semillas de sésamo

Hice estos hongos Portobello rellenos con queso gruyere, verduras y semillas de sésamo el mismo día que preparé el arroz con queso gruyere y vegetales , de esa forma prepararlos fue algo muy rápido, solo tuve que tomar un puñado de algunos de los ingredientes del arroz, les agregué un huevo y bastante queso gruyere, ahuequé los hongos Portobello y los metí a horno bien caliente sobre una fuente aceitada. Una delicia, para “chuparse los dedos” como diría una querida amiga. Almorcé los hongos recién salidos del horno acompañados de verduras crudas y dejé el arroz para cenar. Pero podría haber hecho al revés, ya me estoy imaginando que ricos podrían quedar estos hongos para la cena.

Ingredientes

4 hongos Portobello, los más grandes que encuentre
1 huevo
80 gramos de queso gruyere
½ zanahoria (puse un puñado, podría ser menos de media zanahoria)
4 cucharadas colmadas de arroz integral hervido
1 puñado de brócoli picado
1 puñado de nabo rallado
1 poquito de cebolla de verdeo o puerro picada y salteada en aceite de oliva (es menos de media planta)
½ cucharada de semillas de amaranto
½ cucharada de semillas de sésamo
½ cucharadita de sal marina
Sal y pimienta blanca
Aceite de oliva virgen de primera presión en frío y salsa de soja

Instrucciones

Lavar todas las verduras
Picar el brócoli, usar solo las partes tiernas de los caputtos (arbolitos) y guardar las partes duras para sopas o tartas



Picar el queso gruyere en dados chiquitos y unirlo al brócoli picado
Moler en un molinillo de café (o en un mortero con paciencia) las semillas de sésamo (ajonjolí) y amaranto, agregarles la cucharadita de sal marina y poner a tostar los tres ingredientes en una sartén bien caliente, sin aceite. Dejar que se doren pero no que se pongan oscuras (unos segundos) y echarlas sobre el relleno.



Hervir el arroz integral u otro arroz, trigo o quinoa si prefiere
Rallar los trocitos de nabo y la zanahoria
Picar la cebolla de verdeo y saltearla en una cucharada de aceite de oliva
Unir todos los ingredientes, agregar un huevo y mezclar
Lavar y ahuecar los hongos Portobello dejando los troncos y trocitos para otra preparación



Echarle sal y pimienta blanca al hueco de cada hongo antes de poner el relleno.
Rellenarlos y colocarlos en una bandeja aceitada. Llevarlos a horno bien caliente hasta que se derrita el queso y se cocine el huevo, son unos pocos minutos.



Servirlos acompañados de verduras crudas, como gajos de tomate y brócoli crudo cruzados por líneas de salsa de soja.

Recuerde que el brócoli, como el coliflor, conviene dejarlo en remojo un rato en agua clorada, ya que justamente por ser orgánico podría haber algún bichito entre los pequeños caputtos o “arbolitos”.

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