Taiwán, lugares donde comer en Hsinchu, Taiwán

Cuando visitamos otro país, encontrar buenos lugares para comer no es fácil si no tenemos quién nos asesore, por eso estoy compartiendo en varias etapas, para los viajeros que tengan la oportunidad de visitar a la hermosa isla de Taiwán, lugares donde comer en Hsinchu, Taiwán.

Hsinchu es una pujante ciudad del norte de la isla donde uno de los restaurantes que más me gustó fué la sucursal de la famosa cadena asiática de restaurantes Din Tai Fung , una cadena famosa en varios países del mundo por su calidad, que incluso ha ganado una estrella Michelin según los rankings. El diseño de la sucursal Hsinchu es simple, moderno y agradable, con mesas y sillas de madera, exhibición de pinturas chinas y una ventana de cristal que muestra al público la excelente higiene y calidad de producción de sus productos, especialmente de su especialidad, los mejores panecillos de masa al vapor que he probado en Taiwán.



La atención es rápida y eficiente, con la calidez taiwanesa, camareros y camareras muy amables que nos ofrecían además de sus productos sus hermosas sonrisas.








Estos panecillos se cocinan al vapor en cestas de bambú.

Se pueden realizar con masa con o sin levadura. Cuando se hacen sin levadura el resultado es una masa muy delgada y fina, suave y casi traslúcida, no como los típicos panecillos chinos de masa con levadura que resultan opacos. El relleno suele ser de carnes, a veces pescados y a veces verduras, pero siempre con “sopa” SÍ, COMO LEYERON, SOPA. Una delicia. La sopa se pone en el interior del panecillo colocando gelatina de carne congelada en el interior del panecillo antes de ponerlo a cocinar al vapor. El resultado es una especie de albóndiga, una bolita de masa rellena traslúcida que les voy a presentar a continuación, que se debe comer como me explicó Amanda, una encantadora amiga taiwanesa sin la cual yo no habría sabido disfrutar de todo el sabor de estos deliciosos panecillos. El pedido que hicimos fue de varios panecillos, salados y dulces, acompañados de guarniciones diversas y un delicioso té de jazmín y crisantemo.

Para comer cada panecillo, en este caso de carne de cerdo, se debe tomar cada uno con los palillos de bambú, mojarlo en un vinagre especial con salsa de soja que sirven en platillos separados y colocarlo en la pequeña cuchara asiática típica. Luego pinchar el panecillo con la punta del palillo, que al tener una masa tan delgada al solo contacto con el palillo se abre y larga su delicioso caldo caliente sobre la cuchara. En ese momento, tomamos de otro platillo hebras de raíz de jengibre finamente fileteadas y las colocamos sobre nuestro panecillo, sorbiéndolo inmediatamente aún caliente. El resultado es un bocado muy sabroso y agradable.





Como guarniciones, pedimos fideos taiwaneses picantes con carne de cerdo picada y mezclada con salsa de habas y tomates, verduras varias rellenas, carne de cerdo, arroz con huevo y verduras, tiras de tofu con brotes de soja en salsa agridulce y otras especialidades. Todo una delicia. También pedimos luego una mesa de panecillos dulces, que compartiré en otra oportunidad.





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