sábado, noviembre 14, 2009

Receta de Merluza en salsa de puerros



Y ya que acabo de poner la receta de salsa de puerros, si buscaba una receta de merluza en salsa lo invito a probar esta combinación súper sana y dietética.

Ingredientes

Salsa de Puerros la (las cantidades dadas en el post rinden 3 platos aproximadamente
Filetes de merluza sin espinas, uno por persona
Cebollas rojas, dos
Berro, hojitas seleccionadas
Sal marina fina.

Instrucciones

Lavar todas las verduras
Cortar las cebollas por la mitad y luego en gajos pero no separar las catáfilas (las capas).
Seleccionar varias hojitas o ramilletes de hojitas de berros.
Colocar el pescado en una fuente para horno con un vaso de agua mineral o dos (no dejar que se seque del todo en el horno, si hace falta agregar más agua) y las cebollitas alrededor, cuidando que no se desarmen. Salar.
Cocinar en horno bien caliente.
Mientras el pescado se cocina preparar la Salsa de puerros 1 o la Salsa de Puerros 2
Retirar el pescado del horno y servir cada filete sobre un colchón generoso de la salsa más gajos de cebollitas cocidas y berros crudos.

¿ Se está preguntando porqué usar Sal Marina? La sal marina contiene en suspensión partículas de todos los minerales del planeta, porque todo va a parar al mar. Contiene todos los minerales que el cuerpo humano necesita casi en las mismas proporciones que en el suero sanguíneo, por eso se dice que venimos del mar, y nos repone en instantes los minerales que hemos perdido por deshidratación o transpiración. La Sal Común solo aporta Sodio, Cloro, es yodada artificialmente y es blanqueada con agentes blanqueadores, contra los casi 90 minerales necesarios para la vida que contiene la sal marina.

La Sal Marina es casi grisácea, húmeda al tacto, pegajosa, no es bonita de aspecto y probablemente por eso es blanqueada destruyéndole todos los valiosos minerales, para hacerla comercialmente más atractiva, como se hacen más atractivas las pasas de ciruelas pintándolas con glicerina, un derivado del petróleo.

El cuerpo humano es sabio, si usted no le da lo que necesita, le va seguir dando señales de que algo le falta, con las sensaciones de hambre o sed. Por eso, cuando las personas comen algo con sal común refinada que no satisface las necesidades del cuerpo, en un desesperado intento por conseguir lo que necesitan, instintivamente agregan más sal. Y por eso cuando lo que comemos, por más abundante que sea, no es un verdadero alimento (todo cocido por ejemplo) los humanos seguimos sintiendo que tenemos hambre a la hora de haber comido opíparamente. El cuerpo humano nos habla con un lenguaje simple y básico, pero a veces el stress cotidiano nos hace creer que no tenemos tiempo para escucharlo.

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