sábado, junio 05, 2010

Mermelada casera de naranjas y zanahorias



Las mermeladas son una de las tantas preparaciones que se pueden realizar con frutas . El uso convencional que se les suele dar es acompañar bollos y panes en desayunos y meriendas pero también quedan muy bien como guarniciones de carnes y papas, como una especie de chutney liviano.

Estamos en invierno en Argentina y si bien es un invierno benévolo donde el frío parece haberse ido de paseo a algún otro lugar del planeta, las temperaturas bajas hacen que el cuerpo nos pida calorías, sobre todo a la hora del desayuno. Nada mejor entonces para un buen desayuno que un vaso grande de jugo de frutas recién exprimidas o licuadas , una gruesa tostada de pan integral con queso derretido, un sabroso té energizante con miel y una rica y dietética galleta de arroz inflado con Crema Budwig o mermelada casera para los más golosos. Esta receta sencilla es para esos golosos, para los amantes del café con leche y dulces a la hora de desayunar o merendar. No es la típica mermelada de naranjas ácida con un toque de limón sino una sabrosa mermelada casera de naranjas y zanahorias, aromática y muy fácil de peparar.

Ingredientes

1 kilo de naranjas
700 gramos de zanahorias
1 kilo de azúcar
½ chaucha de vainilla

Instrucciones

Lavar las naranjas y las zanahorias
Quitar la piel de las zanahorias raspándola con un cuchillo
Cortar las zanahorias en cuadraditos o trocitos pequeños
Colocar en una cacerola las zanahorias, cubrirlas con agua y hervir hasta que estén tiernas
Pelar las naranjas bien finitas, hasta que le queden tiras de cáscara casi sin la parte blanca
Pasar esa cáscara por agua hirviendo, dejarla unos minutos y luego cortarla en juliana. Colar y reservar
Quitar con los dedos todo el hollejo blanco que quede adherido a la fruta pelada (lo blanco da sabor amargo)
Cortar en trozos chicos las naranjas sobre un bols o una fuente alta para no perder ni el jugo ni las semillas y retirarles todas las partes blancas y hollejos que tengan, procesando esto luego con un mortero (o picar chiquito)
Retirar las zanahorias del fuego y hacer un puré, reservando el líquido de la cocción
Colocar en una cacerola el puré de zanahorias, parte del líquido de su cocción, la ½ chaucha de vainilla, la pulpa y el jugo procesados de las naranjas y las cáscaras cortadas en juliana. Hacer hervir hasta que las cáscaras estén tiernas y si hace falta líquido agregar el resto del jugo de cocción de las zanahorias
Cuando las cáscaras se vean tiernas, agregar el azúcar y continuar cocinando revolviendo hasta que la mezcla tome punto de mermelada
Dejar enfriar antes de envasar y esterilizar

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