Infusiones. El té de marcela

La primera vez que tuve conocimiento de esta hierba fue en el vecino país de Uruguay. Yo estaba paseando por sus hermosas callecitas cuando pasó una persona vendiendo hierbas en un canasto y me tenté. Pero no vendía hierbas en saquitos, vendía las ramas con las flores, y esta planta es muy especial, las flores amarillas, cuando están secas, están sostenidas en un tallo rígido pálido y leñoso tan elegante que me pareció ideal para utilizar un ramo como decoración, así que compré un ramo grande. Debió ser muy grande porque el señor me miró entre sorprendido y curioso y me preguntó si me lo iba a tomar todo yo. Así fué como me explicó luego que el té de marcela es una hierba que se usaba en infusiones.

El té de marcela o Achycoclyne satureoides, D.C. tiene muy buenas propiedades medicinales. Sus flores secas se utilizan para combatir problemas gástricos y respiratorios, para tratar el asma bronquial y para regular la combustión de azúcares en el cuerpo, lo que lo hace ideal para diabéticos. También es un excelente digestivo para después de las comidas, evitando las flatulencias.
Cuando volví a Buenos Aires usé una parte del ramo para decorar y el resto lo dejé para té digestivo.

El té es de un pronunciado color amarillo, su sabor no llega a ser amargo pero luego de tomarlo queda una sensación entre picante y amarga en la parte alta del paladar donde justo se puede tocar con la lengua, pero es una sensación agradable, de hecho cada vez que tomo un tecito vuelvo por un segundo. Es un té diferente, no puedo asociar su sabor a nada que se le parezca.
Acá les dejo una foto muy linda de Joao Medeiros que encontré en Wikimedia mientras sigo saboreando mi tecito.


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